Según se manifiesta en el Xerez, es el jugador a través de su agente quien está pidiendo marcharse desde hace varios días y que por ello se tomó la decisión de que no comenzara la pretemporada con el resto de sus compañeros.
Emaná, por su parte, sostiene que se quiere quedar y que para cumplir los dos años de contrato que le restan está dispuesto a rebajarse la ficha. El Mallorca y el Nástic han llamado a su puerta y hoy puede saberse si continúa de azulino.