La versión del grupo sevillano es que la LFP y la AFE no han cumplido con lo estipulado y que no han permitido que el Xerez disponga de todo el dinero que le corresponde para pagar a los jugadores tras descender a Segunda B. Lo que se pregunta el xerecismo es por qué se ha esperado al último día para aclarar esta situación.
Algunos jugadores accedieron a retirar las denuncias, pero la AFE lo pedía por escrito y no ha dado tiempo a conseguirlo. Ahora, ya con el club en Tercera, los futbolistas confían en cobrar todo lo que se les adeuda en el mes de octubre a través del fondo salarial que pone la AFE a disposición de sus afiliados.
Un desastre que pone al club al borde de la desaparición.