A los de Puma, que ha ejercido como técnico sin haber tenido apenas tiempo para dirigir entrenamientos y que aún no tiene a toda la plantilla disponible, las cosas se le pusieron en contra muy pronto. Y es que en el minuto 13 los sanjuaneros se adelantaron en el marcador por mediación de Reyes, que hizo el 0-1.
El San Juan estaba demostrando ser un equipo mucho más conjuntado que el azulino, si bien los locales contaron con alguna ocasión en las botas de Juanse Pegalajar, e incluso hubo una acción dudosa que pudo significar un penalti a favor del Xerez. El colegiado no señaló nada. Miguel, meta xerecista, tuvo que intervenir ya en la primera mitad para evitar que la distancia se ampliara antes del descanso.
En la segunda mitad, los mismos minutos tardó el San Juan para hacer el segundo tanto, que esta vez fue obra de Campo, debutante en la categoría con los de Pablo del Pino. Y lo cierto es que no le costó demasiado al cuadro sevillano aguantar el resultado hasta el final, dominando con tranquilidad y sin verse apurado por el conjunto de Puma, ávido de sesiones que le permitan conjuntarse como un grupo que, a día de hoy, vive una realidad muy apartada del que está marcado como objetivo ideal.
El nuevo técnico del Xerez tiene una semana por delante para intentar que su idea de juego vaya calando en los jugadores o, al menos, para hacer que en Lepe el Xerez pueda parecer un equipo. En ataque siempre cabe la improvisación y buscar la suerte, pero en defensa será más necesario si cabe que la línea vaya conociéndose y sincronizando movimientos.
No se esperaba mucho más del debut liguero del Xerez, pero un triunfo hubiese aliviado toda la tensión que el club acumula institucionalmente. El fútbol, como era lógico, tampoco ha acompañado en el inicio.