"Llevamos dos días entrenando. Es como poner a una bicicleta al lado de un Ferrari", expresó tras el choque. "Es normal que tengamos problemas. Además, hay siete jugadores que no han podido estar hoy y nos darían mucho. Faltan piezas en el equipo, pero no nos queremos precipitar", añadió.
Puma se quejó del árbitro, López Segura: "El arbitraje fue casero. La expulsión nos mató. Y digo que es casero porque Jorge Vázquez también debió haberse marchado del campo", dijo.
En cualquier caso, el entrenador azulino considera que es pronto para sacar conclusiones: "Físicamente estamos muy mal. Hasta mitad de septiembre no valoro al equipo. Es cuestión de tiempo".