No es para menos, teniendo en cuenta todas las coincidencias que ha tenido con ellos a lo largo de su carrera deportiva. Con Pachón compartió vestuario en Vallecas, Getafe y Pucela. Y con Antonio estuvo en el Valladolid y, más tarde, en Albacete. "Me reencuentro con dos amigos con los que he coincidido mucho tiempo en distintos clubes y con los que guardo una buena relación. De hecho, cuando podemos nos vemos bastante", dice Sousa en ElDesmarque Jerez.
"Afrontamos el partido con la ilusión que da la Copa, porque queremos hacer el mejor papel posible, pero para mí también es especial por esto, por jugar contra dos futbolistas que son buenos amigos desde que empezamos juntos. De ellos lo destaco todo. A Antonio lo conocía incluso desde antes de jugar en Valladolid. Son grandes personas y grandes amigos. Y futbolísticamente, qué voy a decir, sólo halagos. Sólo hay que mirar sus trayectorias, impecables, siempre al máximo nivel, jugadores de mucha experiencia y calidad. Nuestras familias también son amigas", apunta en declaraciones a esta web.
Pachón es para Sousa "el delantero centro referencia, el goleador, un jugador que acumula muchos ascensos, experiencia y goles y que, siempre ayudado por su equipo, es el mayor peligro, quien culmina las jugadas". Es, también, un ejemplo claro de que se puede competir al máximo rendimiento con una edad avanzada para el fútbol: "Con 30 y pico la gente te mira ya de reojo. Pero sólo hay que ver a Pachón, que lleva muchísimos años dando el callo y, con 36, sigue trabajando como el que más. Si juega y no tiene molestias, se parte la cara. Hay gente que supera los 30 y corre y entrena con mayor esfuerzo que algunos chavales que pueden no ver que tienen que darlo siempre todo", explica.
"NO ME DOSIFICO, DOY SIEMPRE EL 100%"
Sousa está llamado a ser un referente en el ataque azulino, pero para ello es fundamental que el físico le respete: "Yo me veo bien y estoy disponible, aunque ya depende del míster. Eso sí, a veces uno piensa que está perfecto y luego se nota sobrecargado. Claro que hay que tener en cuenta la edad, eso es lógico. Yo me encuentro físicamente bien y vamos a intentar que mi cuerpo esté siempre perfecto. Pero llevo muchos años dándole a mi cuerpo mucha tralla y eso se nota. Sin embargo, yo no me dosifico, doy siempre el cien por cien y si me tengo que romper, mala suerte. Lógicamente, si no me veo bien o mi cuerpo me avisa, soy el primero en decirlo, pero no soy de los que no dan una carrera pensando que puede romperse", relata el mediapunta malagueño.
Entiende Sousa que tanta carga física, entre entrenamientos y acumulación de partidos entre semana, puede perjudicar al plantel: "Después del partido del domingo, algunos terminamos cansados y con molestias. Esto puede venirnos bien, pero también origina contratiempos. Por ejemplo el de Curro. En pretemporada los entrenamientos son más controlados, pero con partidos de competición no se puede dosificar sino que hay que dar siempre el cien por cien. Y eso hace que muchos tengan molestias y puedan acabar al límite".
En este sentido, Sousa tiene claro que "la Copa es muy bonita e ilusionante, pero lo importante es la liga, donde estamos últimos; hay que abrir los ojos y ser realistas". En cualquier caso, si juega este miércoles ante el Fuenlabrada se entregará como siempre, y encima compartiendo escenario con dos buenos amigos.