Para una labor nada sencilla, el técnico sevillano confió en Ricardo Mora, que había firmado como portero del Sanluqueño pero se encontró con que el club de El Palmar dejó de contar con él poco después de su incorporación: "Estuve entrenando dos semanas. Jugué un partido contra el Cádiz y medio tiempo contra el Jerez Industrial. Es obvio que en esas fechas no estaba al cien por cien, pero no tuvieron la paciencia de esperar unas semanas más. Me decepcionó pero acepté la decisión de la directiva y el cuerpo técnico", explica el onubense a ElDesmarque Jerez.
"Por suerte, recibí la llamada de Puma para venir como preparador físico al Xerez y esto es algo que me apasiona tanto como jugar. Estoy en una gran plaza y trabajando muy a gusto e ilusionado con gente como Puma y Antúnez. Puma me conocía perfectamente. Nos reunimos durante cuatro horas y planificamos lo que iba a ser nuestra pretemporada para alcanzar lo antes posible el rendimiento mínimo para competir. No era la situación ideal, pero tampoco vive el Xerez un buen momento institucional y, sin embargo, desde que me llamó el míster sabía adónde iba", añade el ayamontino, de sólo 25 años, que como guardameta pasó por las categorías inferiores del Betis, los filiales del Cádiz y del Recreativo y también por el San Roque de Lepe.
El pasado lunes, Mora estuvo con sus compañeros del Centro de Investigación en Rendimiento Físico y Deportivo de la Universidad Pablo de Olavide realizándole pruebas al plantel azulino en las instalaciones del complejo hispalense. "La manera de profesionalizar la preparación física es llevar un control sobre determinados parámetros que, según señalan varios artículos de investigación, tienen una alta correlación con el rendimiento, como el esprint, la altura de salto, la velocidad de carga, etc.", apunta sobre estas pruebas, al tiempo que confirma que tuvieron dificultades para hacerlas en Jerez y por ello optaron por desplazarse a Sevilla: "Fui con tres compañeros de la Olavide y llevamos los materiales, pero no conseguimos hacer las pruebas porque no pudimos acceder a las instalaciones que hay detrás del Anexo. No queríamos dejar pasar esta oportunidad para los jugadores y por eso decidimos ir nosotros a la Universidad. En unas ocho semanas repetiremos para ver la evolución y los cambios que se han producido".
De todos los jugadores, el que más le ha sorprendido ha sido Pedro. "Con sólo 20 años tiene unas condiciones excelentes. Es un jugador al que puede sacársele mucho provecho y con físico para jugar al más alto nivel, aunque luego el fútbol es un mundo caprichoso", dice sobre el joven lateral izquierdo. En cambio, otros futbolistas como Yepes, Melo o Willy, "son más diesel y les cuesta más arrancar". "Con Willy hablo mucho. Es un chico que trabaja pero para un jugador de banda es importante encarar con velocidad, ser intenso hacia delante y hacia atrás. En cuanto gane confianza tendrá minutos. Yepes, que fue mi compañero en el Betis, llevaba seis meses de inactividad. Trabaja mucho pero tiene que ser paciente. Están en el camino, pero hace falta algo más de tiempo para verlos competir al máximo con el equipo".
Hay otro futbolista que no está a tope, Juan Llaves: "Sigue con algunas molestias en el pubis y eso le impide realizar acciones a la máxima velocidad. Va mejorando, pero no sirve que esté a medias tintas. O para o está al cien por cien. Tiene que ponerse al máximo".
De Ismael Barragán, que finalmente ha entrado en la convocatoria para Sevilla, dice que "ha completado todas las sesiones y, aunque tiene alguna molestia en el glúteo de la pierna izquierda, ha tenido un comportamiento totalmente profesional porque sabe que necesitamos este esfuerzo en defensa", donde Amado y Curro Pérez están lesionados.
Ricardo cree que el grupo ha sabido aislarse del entorno enrarecido que acompaña a la entidad: "Es que no puede pensarse en nada que no sea ganar, ganar y ganar. Las cosas se arreglan ganando, es lo único que sirve para hacerse fuerte", señala. "Lo normal para un equipo antes de competir es seis semanas de entrenamiento. Nosotros aún ni las alcanzamos. Y no hemos tenido tampoco los 10 amistosos que sí han jugado otros. El esfuerzo de Copa nos ha venido bien de cara a la resistencia específica, pero lo hemos pagado en la liga. Ahora el plantel agradece no competir entre semana, va progresando y cogiendo el ritmo y los primeros tres puntos han venido muy bien psicológicamente".
El preparador físico añade, no obstante, que "Puma es muy exigente y sabe que esos tres puntos no significan nada", ya que "el objetivo es estar arriba y disputar el play off, por lo que hay que sumar el máximo número de puntos posibles". Deja claro, por otra parte, que no dejaría el Xerez si ahora le saliera una oferta para jugar: "Si aquí no salen bien las cosas, pues ya vería qué alternativas se presentan. Pero lo primero para mí es el Xerez porque me ha dado una gran oportunidad cuando se torció lo del Sanluqueño y no voy a dejarlo a las primeras de cambio".
El equipo se está viendo obligado a jugar en el césped artificial de La Granja: "Al principio, por la desventaja del físico, pensábamos que La Granja podía ayudarnos por sus dimensiones más reducidas. Además, nos podíamos sentir más arropados. Pero tenemos jugadores de calidad, rápidos, de toque y profundidad y para eso es mejor el césped natural. De todas formas, manda la pelotita y si ganamos en La Granja... Lo más importante, eso sí, es tener una sede fija y no que a veces ha llegado el viernes sin saber dónde íbamos a jugar".
Por último, viendo desde la óptica de la preparación física el posible salto a Segunda B, afirma que "entre categorías la principal diferencia es la velocidad, pero todos son capaces de actuar en Segunda B. Si eso pasa y el objetivo siguiera siendo estar arriba, habría que hacer alguna incorporación más, es lógico".