Pese a que la entrada era gratuita, no hubo una gran asistencia al encuentro, al que acudieron alrededor de 150 personas. Pero el conjunto azulino recibió el calor de una serie de aficionados que acompañaron al equipo y no dejaron de alentar al conjunto de Puma en ningún momento. De hecho, los cánticos de ánimo xerecistas se prolongaron a lo largo de todo el partido y es algo que los jugadores agradecieron.
Es más, dieron colorido a la banda del campo 4 de la ciudad deportiva nervionense, donde colgaron varias banderas con escudos del club. Al final, algunos lanzaron gritos contra Ricardo García, algo a lo que el presidente restaba importancia tras el partido. "Cada vez son menos. Yo no pido que me quieran a mí, sino que quieran a su equipo. Es importante que vean que está vivo", dijo el sevillano en declaraciones a esta web tras el choque.