"En los minutos 50 y 61 de partido tuve que detener momentáneamente el juego puesto que había gente detrás de las porterías, lo cual no estaba permitido según se nos había circulado, avisando al delegado de campo, que solucionó rápidamente la situación. Asímismo, en el minuto 81 decidí suspender el partido momentáneamente y retirarnos a vestuarios, ya que desde la calle un grupo de espectadores que veía el partido desde fuera de las instalaciones comenzó a lanzar objetos al terreno de juego, pudiendo distinguir un vaso de cristal ancho, dos botellas de 1l. de cerveza de vidrio y una botella de agua de 1,5l. de plástico medio llena en la zona donde se encontraba el banquillo del Club LLeida Sportiú, por lo que nos retiramos a vestuarios hasta que por parte de la fuerza pública se nos garantizase la seguridad de todo el personal tanto de ambos equipos como la nuestra misma, lo cual hicieron pasados 30 minutos desde que suspendimos. Durante el parón un oficial de la policía nacional nos comunicó que habían roto una de las lunas del autobús del equipo visitante. Una vez se reanudó el juego, se llegó al final del partido sin ningún otro incidente".