El presidente del Xerez, Ricardo García, abonó el pasado miércoles casi todas las cantidades que estaban pactadas con los jugadores, pero la situación no se ha calmado. Incluso ha ido a más. Los técnicos, como Puma, sí han mostrado su enfado y han dejado en el aire lo que pueda venir: "Voy con la plantilla a muerte y ya veremos lo que pasa. Estoy aquí por ellos".
Además, el problema con los entrenamientos se ha enquistado. El Xerez ha pasado del Anexo y de Chapín a Medina, primero, y Guadalcacín, después. Puma prefiere ir a Sevilla, donde viven la mayoría de jugadores, o un lugar "limítrofe". El club dice no a ese escenario y el fuego tiene aún más leña para arder.
Ante esta tesitura, algunos jugadores han sopesado la posibilidad de abandonar el Xerez en los próximos días, aunque no podrían firmar hasta enero por un equipo de Segunda B.
Todo esto unido, a pesar de la buena racha por la que pasa el Xerez, con el lunar de la derrota ante La Palma, que había llenado de ilusión a sus aficionados. El play-off, único objetivo esta temporada, está a cinco puntos si es que el Ayamonte no se retira antes de acabar la primera vuelta. A lo mejor el equipo onubense no es el único que acaba la Liga antes de lo esperado...