Salvi mete en peligro a un inexperto Xerez

Gabriel Galán III Alcalá de Gra.El nuevo Xerez no va. Y ya se ha quedado sin margen de maniobra. La derrota en Alcalá, otra más y van nueve jornadas sin ganar, no es más que la pura realidad de este equipo. Nada que ver con ese Xerez que sí ilusionó hace unos meses. Era otra plantilla, otro nivel, otro objetivo. Pero es lo que hay. Esta vez fue Salvi, que ya golpeó a los azulinos en La Granja, el encargado de hurgar en la herida. O hay un giro radical o la temporada puede convertirse en un auténtico suplicio.

Y es que por mucho que corre, por mucha ilusión y voluntad que haya, por mucho... el resultado es el mismo. Ahora hay poca calidad y las victorias, si llegan, costarán sangre, sudor y lágrimas. Incluso algo más. Ya acumula nueve jornadas sin ganar y el futuro que se avecina no es el más alentador. El descenso a ¡¡¡Primera Andaluza!!! ya está llamando seriamente a las puertas. E Higuera, por mucho que intenta, por mucho que busca su primer triunfo, no da con la tecla. La cera que hay es la que arde...

Este nuevo Xerez no da para pelear con los buenos de la categoría, como ha demostrado ante el San Roque de Lepe o Alcalá. Si acaso habrá que comprobar si vale con los de abajo, una Liga particular que decidirá si la reconstrucción de la plantilla tiene nivel para aguantar la categoría.
De momento, está fuera del descenso, que no es poco, aunque ya empatado a puntos con el antepenúltimo. No sale nada, no sobra calidad y cada susto del rival es un golpe. En Alcalá no fue menos y eso que a los 20 segundos Morlán probó sin suerte a Luismi. Porque el conjunto local, muy hecho y a su ritmo, dio primero en una acción en la que la defensa azulina se quedó parada tras una falta no señalada por el árbitro. Salvi, un goleador de verdad, no perdonó.
El partido entró en una dinámica de parones y poco juego, que tampoco sirvió de mucho al Xerez. Más bien lo contrario. Las jugadas de ataque de los azulinos pudieron contarse con los dedos de una mano y a lo mejor sobraba algún dedo. Muy poco peligro para sorpreder a un Alcalá que lo tiene todo para pelear por el play-off. Sobre todo gol, ahí están los números. Tras varias apariciones de Migue, que tuvo que sustituir a Javi Muñoz, lesionado en el calentamiento, Salvi aprovechó otra indecisión de la defensa visitante en un córner para poner el 2-0 en el marcador.
Tras la reanudación hubo más de lo mismo. El Alcalá, con el freno de mano, apenas pasó apuros ante un Xerez más lanzado en ataque, aunque con el mismo resultado de casi siempre. Morlán tuvo un par de ocasiones, pero poco más. La historia es muy simple: así es muy difícil ganarle a nadie. Ni a los de abajo. O hay una solución o el futuro del Xerez será más que negro. Aunque siempre nos quedará la RFEF y esta eterna resolución...