Con más paciencia que Job, Barea está aguantando carros y carretas esta temporada, con episodios complicados de vivir como la lesión de Sousa (al que sacó en brazos al no haber ni camilla ni ambulancia), la recogida de dinero para que el Juvenil viajase a Almería este pasado fin de semana, o los donativos de los socios para pagar la cuota arbitral ante el Sevilla C.
"Cada vez que jugamos partidos en casa me echo a temblar. Lo de pedir ayuda a la gente se hizo porque ya hemos tenido el impago en alguna ocasión y para evitar la pérdida de los tres puntos. No se consiguió todo y una persona anónima (familiar de Paco Barea) se dignó a poner el resto de los 381 euros necesarios", ha destacado en Cope Jerez.
Un hasta aquí hemos llegado desde el corazón y con Ricardo García como destino: "Vamos a por el octavo mes de impagos de sueldo de mi trabajo y no hay dinero ni para juveniles ni para el primer equipo. Si Ricardo no tiene la capacidad de gestionar este club, que se vaya. Es un desgaste personal y familiar que estamos sufriendo todos los empleados".
Barea no encuentra la mejor solución, pero sí da opciones, sin Ricardo en el Xerez, claro está: "A ver si nosotros podemos terminar y después que venga lo que tenga que venir, ya sean personas que quieran comprar el club o la justicia que pida la liquidación. Se pondría punto y final a esto".