Y es que el empresario sevillano, y sus acompañantes de Energy, ven el Xerez como "un escaparate, aunque esté muy mal. Ahora hay que dejar que lo intenten otras personas. A los que estuvieron aquí hasta diciembre no les fue mal, hasta el entrenador ha encontrado un equipo de Segunda B".
También ha subrayado la labor de Energy: "Ahora mismo no gana nada, no tiene poder económico y tenemos que ceder la gestión. En el futuro se verá si hay opción de compra o no en función de la viabilidad de la entidad. Ricardo y Energy lo único que queremos es que el club se mantenga vivo. Si yo me iba, el club se moría. Llevo seis meses esperando".