El conjunto ribereño quería adelantar el encuentro al viernes 28 de febrero, día festivo, pero en el Xerez se rechazó la propuesta al querer ganar tiempo ante tantos problemas deportivos e institucionales. La plantilla no se ha entrenado ni lunes ni martes y de momento no está seguro que lo hagan el miércoles. Una amenaza que va camino de cumplirse si Ricardo no da el paso que todo el mundo le pide.
Así pues, el partido ante el Gerena del pasado domingo pudo ser el último esta temporada... o incluso algo más.