Redacción III La Palma del Condado El Xerez ya tiene escrita su acta de defunción a falta de la firma. Y es que la derrota en La Palma, la enésima de la temporada, le deja ya al borde del abismo a Primera Andaluza y sólo a expensas de un milagro para sobrevivir. Esta vez fue Guarte, verdugo también en la ida, quien asestó el golpe definitivo a un equipo sin experiencia para Tercera y con la moral por los suelos. Pero lo peor es el futuro que se avecina por delante. El gol de Rubén valió para meter miedo al rival, pero no hubo tiempo para más.
Porque el Xerez ya no es capaz de ganar ni a su rival directo y así, difícil pensar en algo positivo. Ni la aparición de Luis Fernando, que no es el Mesías, ni nada de nada. La ilusión y el esfuerzo de los chavales nunca encuentra premio, quizás porque para lograr ese premio se necesita mucho más. La Palma, sin ser el Barcelona o el Madrid, sí sabe ganar partidos y tiene en Guarte a un estilete que da puntos. Que te permite luchar con garantías por la salvación.
Y eso que salió un Xerez atrevido, a pesar de las bajas. La Palma siempre quiso llevar la voz cantante, pero se llevó varios sustos. Sobre todo tras una vaselina de Luis Fernando que se marchó por poco, en la primera aparición relevante del brasileño como jugador azulino.
Pero el conjunto local no se arredró y apretó el acelerador. Jairo sacó una mano decisiva ante Fermín y luego Guarte, máximo artillero palmerino, también estuvo cerca de adelantar a La Palma en el marcador. El Xerez, bien plantado, aguantó el tipo en la primera parte como lo lleva haciendo varias semanas, esta vez ante un rival de menor entidad. Otro susto fue para Kevin, noqueado por su compañero Jairo, al final sin muchas consecuencias.
Tras la reanudación la historia cambió completamente. En la primera acción de peligro, Guarte encontró el gol con la inestimable ayuda de Jairo. Y, como viene siendo habitual, ahí acabó el Xerez. Guarte remató la faena poco después con un gol de calidad, para finiquitar la presencia azulina en la categoría, porque el gol de Rubén llegó tarde. A nueve puntos de la salvación y el gol-average perdido (un partido menos) y con un futuro negro intenso, el Xerez reza para que la RFEF le dé una de las mejores noticias de su historia. O pasa eso o este cuento habrá llegado a su final. Da pena por los chavales, pero el fútbol no entiende de edad.