Y es que uno de los grandes problemas de este Xerez ha sido siempre la relativa facilidad para encajar goles. De hecho, con Higuera al frente, todos sus porteros siempre tuvieron que recoger el balón de la red en alguna ocasión: Javi Muñoz, Miguel, Perico y Jairo. Este último (y el mediocentro Jesús) ha sido quien ha vuelto a sonreír con el triunfo y su buen trabajo, a pesar de la expulsión.
Ahora quedan por delante partidos ante rivales de la parte media-baja de la clasificación, donde la defensa y la portería del Xerez deberían ser un muro infranqueable para seguir soñando con la salvación.