Existe máxima ilusión en el seno del club lepero por este partido. La entidad del rival, compañero del San Roque en el grupo IV, el deseo de mejorar el juego cuanto antes y, sobre todo, la economía, cargan de interés el partido. Los dirigentes sanroquistas confían en hacer una buena taquilla. Los socios tienen que pasar por taquilla para pagar 10 horas, cinco menos que los aficionados sin carnet.
La directiva del San Roque, además, se frota las manos ante una posible clasificación. Si los de Alejandro Ceballos ganan al Cádiz se enfrentarán al ganador de la eliminatoria Gimnástica-Lealtad, de nuevo en el Ciudad de Lepe. Y en caso de seguir adelante el siguiente cruce le pondría frente a frente con Recreativo o Betis, ya a doble partido, en el supuesto de que los equipos andaluces de Segunda A ganen el duelo anterior.
El Cádiz tiene el mismo propósito. Los amarillos son los grandes favoritos para el ascenso a la categoría de plata en la Liga. Antonio Calderón ha confeccionado una potente plantilla. Ha incorporado a Aulestia, Arregui, Óscar Rubio, Servando, Mantecón, Navarrete, Fran Machado, Juanma Espinosa y Jona y han vuelto tras cesión Migue García y Garrido. El exjugador del San Roque Servando se pierde la cita por lesión.
El precedente más cercano sirve de estímulo para los auruinegros en forma de revancha. Hace dos años, el Cádiz se llevó la eliminatoria a partido único en el Carranza con una remontada inexplicable. Del 0-2 se pasó al 3-2 en los últimos minutos.