El técnico español deja el puesto por problemas cardíacos de los cuales no se ha podido recuperar y lo reemplaza Billy McKinlay. Mala suerte la del catalán, que no ha llegado a estar ni un mes en el cargo.
El entrenador lleva tres semanas en el club inglés y tras haber sufrido problemas en el pecho y tener que ir al hospital, ha decidido dejar el puesto, aunque se afirma desde el club que no es un problema grave.
En un comunicado el club ha confirmado que necesita tiempo para descansar y ha decidido dimitir por el interés del club. Óscar García comentó que estaba muy involucrado con el nombramiento de Billy McKinlay porque él era consciente de que no sería capaz de volver.
El español también dejó un mensaje para los aficionados: "Me gustaría dar las gracias a los fans por su amabilidad durante mi tiempo aquí en el club. Voy a estar esperando ver cómo la próxima temporada estamos en la Premier".
Para continuar con la estructura, le dan continuidad al resto del equipo, por lo que Rubén Martínez y Javier Pereira siguen en el equipo técnico.