Kaká no olvidará su regreso a la selección canarinha y no por la importancia de los partidos. Y es que el jugador brasileño fue agasajado por sus compañeros en el Sao Paulo con harina y un huevo roto en la cabeza, una broma de Pato.
El exjugador del Real Madrid y Milan, entre otros, esperaba el momento de la foto oficial del club cuando Pato apareció por detrás y le rompió un huevo en la cabeza. Kaká, siempre sonriente, se vengó después de Pato, que se dejó recibir otro huevazo y así todos contentos.