Sebastián Abreu es uno de esos jugadores nómadas que se han ganado, o se están ganando, la vida por medio mundo. El delantero uruguayo, internacional con su país en 61 ocasiones, ha cumplido 38 años este 17 de octubre de 2014 y sigue con mucha cuerda, ahora en las filas de Rosario Central argentino. Pero antes ha vestido la camiseta de hasta 18 equipos diferentes y la celeste de su selección.
El futbolista tendría así de una media de dos equipos por año, sin contar que empezó en 1994, hace 20, en el Defensor Sporting. Luego le siguieron San Lorenzo, Gremio, Tecos, Nacional, Cruz Azul, América, Dorados de Sinaloa, Monterrey, San Luis, Tigres, River Plate, Beitar Jerusalén, Real Sociedad, Aris Salónica, Botafogo, Figueirense y actualmente en Rosario Central.
Y su viaje futbolero, de momento, por hasta siete países como Uruguay, Brasil, Argentina, México, España, Grecia e Israel. Es el Loco Abreu, ese jugador que se hizo conocido en todo el mundo por un gol que nunca llegó a marcar y que en el Mundial de Sudáfrica se atrevió a tirar de a lo Panenka un penalti decisivo.