El truco más viejo del fútbol le puede salir caro a un equipo de Perú. Se estaba jugando la Copa del país, cuando cinco jugadores de uno de los equipos que perdían por goleada se tiraron al suelo y fingieron una lesión. El árbitro se vio obligado a suspender el partido.
El duelo entre La Bocanada y Defensor Bolívar se disputaba con un resultado de 4-1 a favor del equipo local, los visitantes contaban con dos jugadores menos por dos expulsiones.
Tras la goleada y la impotencia de no conseguir detener al rival los jugadores del Defensor Bolívar se quedaron tendidos en el terreno de juego por supuestas lesiones.
El colegiado decidió dar por suspendido el partido a falta de ocho minutos. Ahora el partido no se puede continuar hasta que se compruebe sí los jugadores realmente se lesionaron o lo fingieron para no recibir más goles.