El pequeño emirato de Catar espera con gran expectación la final de la Supercopa italiana entre la Juventus y el Nápoles, que se jugará este lunes.
Dos días antes del encuentro, el recién reformado estadio de Yasim Bin Hamad, con capacidad para 15.000 espectadores, estaba a punto de colgar el cartel de completo, con el 97 por ciento de las entradas vendidas, según anunció el miembro del comité organizador de la Supercopa, Jaled al Kuwari. Más allá de los aficionados locales, los organizadores esperan 4.000 hinchas europeos y un gran número de público llegado de otros países del Golfo Pérsico y de África. "Es la primera vez que organizamos un evento de este calibre, estamos muy orgullosos de acoger la Supercopa en Catar", aseguró Al Kuwari en una rueda de prensa. La ciudad se ha vestido para la ocasión con numerosos carteles a lo largo y a lo ancho de su geografía en los que se anuncia la cita deportiva. Los taxis y numerosos vehículos circulan con pegatinas del partido y una gran pancarta atraviesa el estadio donde se disputará el partido: "Una Supercopa, Un Supercampeón". Un gran número de aficionados y curiosos, tanto cataríes como italianos, pero también sudaneses, españoles y marroquíes no se ha querido perder el último entrenamiento de la Juventus antes del gran duelo futbolístico. "Es la primera vez que (la Juventus) está aquí en Catar, es una alegría para nosotros como italianos que residimos fuera poder disfrutar de nuestro equipo y significa mucho para los aficionados", declaró a Efe Vicky, una italiana residente en Catar con su familia desde hace cinco años. El emirato, que desde hace varios años apuesta por la fórmula del deporte para exportar al mundo su imagen, ha albergado 58 eventos deportivos regionales e internacionales durante este año. Con la organización de la Supercopa italiana Doha sigue avanzando hacia la celebración del mundial de 2022, con otro evento que nunca había pisado el golfo Pérsico. "El fútbol es el deporte nacional en el Golfo Pérsico, hay una pasión increíble por este deporte en este país, pero desafortunadamente en el exterior tienen una mala imagen de nuestra región", aseguró a Efe Ahmed Al Sayed, miembro del club de fans catarí de la Juventus. Para Al Sayed, "el balompié puede cambiar esta percepción, la gente tiene que venir a Catar y ver lo qué somos realmente". El primer trofeo de la temporada italiana de fútbol ya se dirimió en años anteriores en Washington (1993), Trípoli (2002), Nueva York (2003) y en Pekín (2009, 2011, 2012).