El guardameta azulino es ahora suplente en el Xerez, pero está plenamente motivado para ayudar en el momento en el que Mendoza vuelva a tirar de él.
"Me llamó el entrenador del Guadalcacín para irme allí, pero decidí quedarme. Cuando las cosas se ponen difíciles es cuando hay que ser más fuertes", señala a ElDesmarque Jerez.
"Ahora mismo es obvio que contento no estoy porque todo jugador quiere jugar y no estoy teniendo esa suerte. También es verdad que el equipo está bien y está sacando buenos resultados. Es lo jodido que tienen los porteros, que sólo puede jugar uno. Sólo queda seguir y esperar una oportunidad, no hay más", afirma.