A Pep Guardiola no le gustó nada que el árbitro del Bayern-Schalke 04 invalidara un gol de Lewandowski que ponía por delante a los bávaros en el marcador.El linier consideró que el balón había traspasado la línea de fondo antes de que el polaco rematara y el balón se introduciera en la portería tras dar en el portero.
El técnico de Santpedor, cuyo equipo estaba jugando con diez por expulsión de Jerome Boateng, corrió por la banda y le protestó la decisión al árbitro asistente e incluso le ha felicitado irónicamente.
Escasos minutos después, Robben cabeceó un balón al fondo de las mallas que daba el triunfo provisional al Bayern. Guardiola estalló de alegría y se fue a abrazar al cuarto árbitro. "Quizás me dejé llevar por las emociones, pero él fue muy amable", declaró el catalán en la rueda de prensa posterior al partido.