Zlatan Ibrahimovic no deja de sorprender y dejar indiferente a nadie. Líder en el terreno de juego, su mando en el PSG no se discute y si alguien pudiera ponerlo en duda, él mismo se encarga de dejarlo claro.
El último episodio lo protagonizó el martes por la noche en Lille, cuando al terminar el partido de Copa de la Liga ante el equipo local (que venció su equipo por 0-1), prohibió a sus compañeros atender a los medios de comunicación.
"Seguid, seguid, que ninguno hable. Yo soy el jefe" gritó al aparecer en la zona mixta del estadio Métropole, instando a Maxwell, Marquinhos, Lucas, Camara y Cavani a no hablar con los periodistas que allí se encontraban.
Maxwell, quien marcó el gol que le dio la victoria y clasificó al PSG para la final que se disputará el 11 de abril (su rival será el Mónaco o el Bastia), asistió atónito a las órdenes de su compañero, rechazando conversar con los periodistas que ya estaban listos para recoger sus impresiones.
Y, así, todos los jugadores abandonaron el estadio siguiendo las instrucciones del sueco, sin hablar con los periodistas y dejando claro con su silencio que, efectivamente, el jefe del PSG es Ibrahimovic.