El jugador del Xerez no pudo terminar el encuentro en Los Cortijillos tras sufrir una dura entrada que le obligó a salir del campo con mucho dolor.
En declaraciones a ElDesmarque Jerez, el mediapunta reconoce que "fue una entrada por detrás, a la altura de la rodilla. Está claro que fueron a cazarme y algunos compañeros que vieron bien la entrada me dicen que fue para expulsarlo. Yo sólo le sentí".
El jugador estaba hoy todavía muy dolorido: "Sigo en casa desde el domingo. En el hospital me dijeron que no había rotura, que sólo era una contusión en la cabeza del peroné, pero es muy doloroso y no puedo andar".
Con este panorama, sería un milagro que llegara a tiempo para jugar ante el GE Bazán: "A ver cómo evoluciona la pierna, pero ahora mismo estoy descartado seguro".