Mourinho es una caja de sorpresas. Día sí y día también, el técnico del Chelsea vuelve a dejar escenas para el recuerdo, y en esta ocasión, no es para menos.
En el encuentro de la 31ª jornada de la Premier League que enfrentaba a su equipo con el Stoke City, los locales ganaban 2-1 a falta de 11 minutos para el término del partido. Sin embargo, Mou no las tenía todas consigo. El recién fichado Cuadrado se encontró un balón muerto en el área pequeña y no fue capaz de marcar gol hasta en dos ocasiones, llegando a desesperar a su técnico, ansioso por la sentencia de su equipo.
La reacción del técnico, bajando su cara al césped y con visibles gestos de disconformidad y enfado, dio a entender que no estaba muy contento con el garrafal error del ex de la Fiorentina, que no pudo ampliar la renta de los londinenses.
Aún así, jugador y técnico acabaron tranquilos no tener importancia tal jugada en el desenlace final del partido, que finalizó con victoria local.