El domingo fue un día mágico para el CD Rincón. El equipo que entrena el célebre jugador malagueño Francis Bravo consiguió matemáticamente el ascenso a Tercera División, competición en la que jugará por primera vez en su historia. Curiosamente, el salto llega cuando se cumplen 50 años de la creación del club. Un inmejorable regalo de cumpleaños.
El Rincón hizo su trabajo, venció 4-2 al Athletic Fuengirola, a lo que se unió la derrota del Juventud de Torremolinos ante el Tiro Pichón. De este modo, y a falta de dos jornadas para el final de la Liga en el Grupo III de Primera Andaluza, el Rincón logra el ascenso matemático y pone el colofón a un proyecto que se inició hace varios años con la llegada al club de Fernando Rosas, director deportivo. Por encima, un presidente querido y respetado en el municipio, trabajador encomiable y que ve ahora sus frutos: Francisco Jiménez.
El cuerpo técnico del Rincón también tiene tradición futbolera. Su entrenador es Bravo, que tras ser segundo de Manuel Fernández, se hizo cargo esta campaña del equipo, aportando toda su experiencia y conocimiento, mientras que el preparador de porteros es Koke Contreras, que tampoco necesita presentación. Ellos y el resto del cuerpo técnico han moldeado una plantilla en la que priman los jugadores jóvenes y algunos veteranos que le dan identidad al vestuario y hacen grupo. Una combinación perfecta.
Porque el Rincón, además de marchar líder en solitario en la tabla con números de vértigo, es un equipo al que gusta ver jugar, con buena dinámica y calidad. Sólo ha perdido tres encuentros de 28 y es el equipo más goleador y menos goleado de la categoría. Ahora sólo les queda saborear el ascenso en los dos partidos que restan, ante el Coín a domicilio, y en casa frente al Benamiel. Luego llegará un reto ilusionante para el que necesitarán el apoyo público y privado.