La euforia que había en el vestuario del Xerez tras certificar la permanencia el pasado domingo puede sorprender a los aficionados que no hayan vivido de cerca la temporada azulina.
Fabio comenta al respecto que "no se puede explicar con palabras lo que hemos pasado esta temporada. Eso hay que sentirlo para saber realmente lo que es. Lo hemos pasado muy mal".
El guardameta quiere mirar al futuro con optimismo: "Si no tuviésemos esperanzas, ninguno estaríamos aquí. Si el club tiene que morir, que sea con las botas puestas. Este escudo no se merece lo que han hecho con él".
Pensando en los tres útimos partidos de la campaña, Fabio comenta que "cogimos una racha en la que no nos salía nada. Ahora vamos a estar con menos presión y sin miedo a equivocarnos".