La Liga de Fútbol Profesional (LFP) denunciará al Comité de Competición y a la Comisión Antiviolencia los insultos dirigidos a jugadores del Real Madrid como Sergio Ramos, Pepe y Cristiano Ronaldo en el partido contra el Sevilla en el estadio Sánchez Pizjuán y también al árbitro González González.
Según la LFP, los cánticos se produjeron antes y durante el encuentro y fueron proferidos por aficionados ataviados con bufandas, camisetas, banderas y pancartas identificativas del Sevilla, "exclusiva y mayoritariamente de la Grada Baja Gol Norte "Banco de Pista Norte", donde se ubica el grupo conocido como BIRIS NORTE en número aproximado de 2000 espectadores".
"¡Puta Madrid y puta capital" y "Que sí, que sí, que puta Real Madrid" fueron parte de los cánticos entonados de forma coral y repetida, junto a exclamaciones como "písalo, písalo" dirigida al madridista Sergio Ramos, que también fue objeto de insulto como su compañero Pepe, calificado como "asesino", y Cristiano Ronaldo, a quien dirigieron la afirmación: "ese portugués, hijo puta es".
"Puta Málaga, puta Málaga" y "árbitro valiente, valiente hijo de puta" son otros de los insultos que va a denunciar la Liga, que aseguró que el comportamiento del resto de espectadores presentes en el estadio fue correcto durante todo el partido y destacó las medidas de prevención de la violencia adoptadas por el Sevilla, especialmente desde la jornada 33 del campeonato de Liga.
En concreto se refirió a las desarrolladas en las puertas de acceso al estadio, con la exposición de carteles en los aparecen enumeradas las medidas de prevención de la violencia, y a los cacheos en los accesos, especialmente en la zona de entrada de la peña Biris, y también en la zona ocupada por ésta, donde se dispusieron cuatro líneas de miembros de seguridad.
La Liga también confirmó este martes que denunciará cánticos entonados en el campo de Riazor durante el partido Deportivo-Villarreal, en el que el grupo "Riazor Blues", formado por unas 500 personas, exclamó la expresión "Frente Atlético Asesino" en alusión al grupo de seguidores del Atlético de Madrid.
La mencionada expresión fue proferida "de forma coral, repetida y coordinada, única y exclusivamente por parte del citado grupo, sin que fuera seguido o coreado por el resto de espectadores presentes en el estadio, cuyo comportamiento fue totalmente correcto durante todo el partido".
La LFP resaltó a su vez las medidas de prevención de la violencia adoptadas por el Deportivo, como los exhaustivos cacheos en las entradas al campo, para evitar la introducción de objetos "potencialmente peligrosos o material impreso con lemas o inscripciones ofensivas o insultantes".