Quique Setién, entrenador del Lugo, ha advertido este viernes de que el Betis, al que se enfrentará el domingo en el Benito Villamarín, es "muy diferente" al equipo al que se enfrentó en la Copa del Rey en octubre en una eliminatoria en la que los gallegos tuvieron opciones de ganar y acabaron cayendo en la tanda de penaltis."Ellos tienen la confianza que no tenían antes. El equipo no se había asentado (tras el descenso) y no estaba dando lo mejor de sí mismo. Nosotros aquel día tuvimos paciencia, les hicimos correr, tuvimos nuestras ocasiones para haber terminado mejor, sin llegar a los penaltis, pero ahora ya es pasado y nos enfrentamos a un rival muy diferente", declaró en rueda de prensa.
Setién destacó que el Betis atraviesa "un momento de forma extraordinario" y además estará "arropado por su público" y con "confianza plena en sus posibilidades".
"Va a ser un partido muy bonito de jugar pero muy complicado para sacar un resultado positivo, aunque vamos con confianza y fe", manifestó el preparador rojiblanco.
El Lugo intentará evitar en el Benito Villamarín la pegada de los delanteros verdiblancos Rubén Castro y Jorge Molina.
"Están en un punto de lucidez alto y cualquier balón que les pueda caer en el área es una jugada de peligro o un gol. Hay que tratar de que no les llegue el balón en condiciones y, cuando lo tengan, moverse con inteligencia", declaró.
El técnico recordó que en la primera vuelta el Betis "ganó un partido que no tenía que haber ganado de ninguna manera" gracias al acierto de Rubén Castro.
Setién abogó por "tener mucho cuidado con todos" los jugadores del Betis y "tener el balón y hacerles correr" en un campo en el que espera una temperatura alta: "Es también un hándicap, aunque el calor es para los dos", puntualizó.
El técnico avisó de que el Lugo, "en ningún caso", va a ir "como víctima" al encuentro ante el Betis, "un equipo bastante más consistente", dijo, que en el arranque de la temporada.
El Lugo llega a Sevilla con la permanencia todavía por sellar, aunque con una renta amplia respecto a la zona de descenso y ya sin opciones de luchar por el ascenso al haber encadenado cinco partidos sin ganar.
"Los deberes no están hechos. Trato por todos los medios de que la gente mantenga la intensidad. Ya no porque podamos estar cerca (de la permanencia) y con un punto nos pueda valer, sino por honradez profesional", afirmó.
Setién señaló que la plantilla no atraviesa un momento fácil por la incertidumbre que genera el hecho de que muchos acaben contrato como la situación del club, que está pendiente de un más que previsible cambio en la dirección con el desembarco del empresario Tino Saqués.
"Tenemos seis cedidos y siete, ocho o nueve jugadores que se han hecho sus conjeturas y pueden pensar que no van a seguir. En algún caso tienen miedo y otros sienten la incertidumbre que les genera la situación del club, que no acaba de resolverse", opinó.
Él, que ya ha anunciado que no continuará en el club en el caso de que Saqués sea el presidente, indicó que también tiene "incertidumbre" por su "futuro".
"Por supuesto hay incertidumbre cuando no sabes qué va a pasar contigo dentro de dos meses. Requiere aplomo. Yo siempre soy optimista, si no es aquí, seguro que encontraré otro sitio en que me den una oportunidad, pero hay otros que igual lo ven más negro", sostuvo.