Las celebraciones por el título de Liga del Benfica se prolongaron hasta la madrugada pero terminaron antes de lo previsto debido a los enfrentamientos de un grupo de aficionados con la policía.
Miles de personas llenaron la lisboeta Plaza de Marqués de Pombal y aguardaron durante horas la llegada de los jugadores, que no se produjo hasta la 01.30 (hora local).
Apenas media hora después, los agentes cargaron contra un grupo de hinchas por arrojar botellas y piedras sobre la multitud, disturbios que no fueron controlados hasta las 03.00 horas.
"Esto no es el Benfica", repetía desde el escenario montado para la ocasión el capitán del equipo, el brasileño Luisao, que intentó llamar a la calma desde el estrado, aunque sin resultado.
En declaraciones a medios lusos, los responsables de la Policía de Seguridad Pública (PSP) confirmaron que fueron realizadas trece detenciones y que entre los heridos hubo nueve agentes.
Fuentes del club lisboeta señalaron que estaba programado inicialmente que los actos de celebración se alargasen hasta cerca de las tres de la madrugada.
El Benfica revalidó ayer el título de Liga después de empatar con el Vitória de Guimaraes, un resultado que le fue suficiente gracias a la igualada del Oporto en casa del Belenenses, a falta todavía de una jornada para acabar el campeonato.