Roma se prepara a colgar el cartel de "cerrada por derbi" y es que el más esperado encuentro de fútbol de la capital, y en esta ocasión el más importante desde hace años, se jugará insólitamente el próximo lunes a las 6 de la tarde.
El derbi romano es un encuentro que desde siempre desata pasiones y que paraliza la ciudad, con el estadio lleno, las familias pegadas a la televisión, además de las fuertes medias de seguridad que rodean el evento deportivo ante los pasados altercados.
Pero todo esto se multiplicará ya que la Liga italiana ha decidido que el partido, uno de los más esperados del año, se juegue el próximo lunes y a las 18:00 horas (16:00 GMT), un horario que no gusta a nadie, excepto al presidente del Lazio, Claudio Lotito, que presionó para cambiar el choque a este día.
El Lazio juega este miércoles contra el Juventus la final de la Copa Italia y había pedido el cambio de fecha para poder descansar.
El delegado de Gobierno en la capital italiana, Franco Gabrielli, autorizó el cambio pero exigieron, como se lleva haciendo desde hace años, que el derbi se disputase en hora diurna para minimizar los posibles problemas de seguridad.
El resultado de estas negociaciones es que por primera vez el partido más importante de la capital se juega un lunes y en horario laboral.
Sólo existía un precedente en 2013, pero se jugó a las 20:45 horas, y además se recuerda por los incidentes y enfrentamientos con la policía de los ultras durante toda la noche.
Ha habido otros derbis jugados entre semana, pero siempre eran durante un día festivo.
El clásico romano que se disputará el lunes es un partido que va más allá de la rivalidad histórica entre ambos clubes; esta vez toda Italia está pendiente de este resultado, que además será crucial para ambos.
Con el Juventus ya campeón, el Roma es segundo con 67 puntos, seguido del Lazio con 66, y el tercero en liza es el Nápoles, con 63.
Roma y Lazio se juegan así el segundo puesto en el campeonato, la clasificación directa a la fase de grupos de la próxima Liga de Campeones y sobre todo quedar por encima de los rivales a finales de temporada.
Por ello, los primeros descontentos son los aficionados de ambos equipos, que a esa hora están trabajando y no podrán ni verlo por la televisión, y aún menos ir al estadio.
Aunque ya se prevén numerosas ausencias en los puestos de trabajo y, como en otras ocasiones, algún que otro jefe autorizará la salida anticipada.
El Lazio ya se está organizando para devolver el dinero de la entrada a aquellos que no podrán asistir al partido.
También el Roma ha protestado, al considerar que la Liga de Fútbol ha obedecido sin reparos al presidente del Lazio.
Así como en canal de pago "Sky", que posee los derechos televisivos del campeonato, y que sabe que a esa hora no tendrá la máxima audiencia.
El pánico ha cundido ya entre quien trabaja en la zona norte de Roma o tiene que pasar en las cercanías del estadio Olímpico en un día laboral, ya que está previsto un importante dispositivo policial, calles cortadas, y los consiguientes problemas de tráfico.
El alcalde de Roma, Ignazio Marino, aseguró que no está preocupado por este cambio, pues "se está trabajando para organizar perfectamente para garantizar la viabilidad, así como las estrategias para la seguridad en la zona".
A pesar de las críticas, está previsto que 60.000 personas llenarán el lunes el Olímpico de Roma, porque nadie, al final, se pierde el derbi.