El expresidente del Club Deportivo Castellón José Laparra ha aceptado hoy seis meses de prisión y una multa de 1.440 euros por asaltar, junto a otras tres personas, la vivienda de una pitonisa para quitarle los 165.000 euros que le había pagado por un conjuro de amor que resultó fallido.
Esta pena le será impuesta tras el juicio de conformidad que se ha celebrado hoy en el Juzgado de lo Penal número 4 de Zaragoza, en el que el empresario, de 48 años y que fue presidente del Castellón entre 2005 y 2011, ha aceptado la condena por allanamiento de morada y por ejecución arbitraria del propio derecho.
Las tres personas que le acompañaron en el asalto, Carmen González, Youssef Lachhab y Juan José Rivas, han aceptado la misma pena, si bien la multa que deberán de pagar se reduce a la mitad, 720 euros cada uno.
La titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Zaragoza, Esperanza de Pedro, también ha determinado que se le devuelva a la pitonisa el dinero que le confiscaron los agentes de la Guardia Civil durante un registro en su domicilio, que ascendía a 145.308,50 euros, a los que se debe descontar la retención practicada por Hacienda de "más de 70.000 euros", según han indicado fuentes jurídicas.
El empresario fue detenido por la Guardia Civil en mayo de 2013, junto a otras cuatro personas, una de las cuales fue puesta en libertad ya entonces.
Se le acusó de asaltar la vivienda de la vidente en Magallón para recuperar los 165.000 euros que le había entregado el exejecutivo futbolístico para un conjuro de amor que resultó fallido.
Los cuatro acusados fueron detenidos por agentes de la Guarida Civil después de que estos se personaran en la vivienda de la pitonisa y los encontrara allí junto con el padre de la vidente, que declaró que habían entrado sin su permiso y que le habían intimidado para que les devolviera el dinero entregado por el expresidente del club a la vidente, informó por entonces la Guardia Civil.
La pitonisa fue localizada entonces por los agentes escondida bajo el colchón de una de las habitaciones de la vivienda, en perfecto estado físico pero muy nerviosa y alterada.
Las cuatro personas que se encontraban en la vivienda fueron registradas por los guardias, siéndoles intervenidos 22.500 euros en efectivo, una microcámara camuflada en forma de botón que portaba el empresario en la solapa de su chaqueta y una pistola simulada.
En la inspección del inmueble, los agentes localizaron otros 145.000 euros ocultos en distintos lugares.
Los rituales recomendados por la pitonisa, según publicó entonces Heraldo de Aragón, obligaban al expresidente a poner unas flores en agua durante cuarenta días, a lavarse con ella y, después, debía recoger tierra de un cementerio y frotarse el cuerpo con ella, procedimiento que al parecer no funcionó.
La Fiscalía pedía para Laparra dos años y ocho meses por los dos delitos por los que finalmente será condenado por sentencia de conformidad, más el de amenazas.
Hoy, el empresario ha aceptado la pena de seis meses de prisión por allanamiento y seis meses de multa por ejecución arbitraria del propio derecho, a razón de ocho euros por día.
Los otros tres acusados han aceptado la misma pena, aunque la multa se rebaja a cuatro euros por día, también durante seis meses.
Asimismo, los acusados deberán abonar los costes de la celebración del juicio, que ascienden a 1.000 euros.
El empresario, y los tres acusados, han entrado y salido del juzgado de Zaragoza sin hacer declaraciones a los medios.