El Sheriff Tiraspol conquistó, en la prórroga, su octavo título de la copa de Moldavia al vencer en la final al Dacia Chrisnau (3-2), que equilibró una desventaja de dos goles pero que fue incapaz de consumar su reacción.
El Sheriff, que no lograba este trofeo desde el año 2010, aprovechó su superioridad y un error rival para sellar el triunfo ante un adversario que resucitó en el último minuto del tiempo reglamentado.
El Sheriff se situó con 2-0, pero la recuperación del Dacia, que empató en el 90, llevó el choque en la prórroga, en la que el Sheriff anotó el gol del triunfo para recuperar la corona copera.