El día en el que Leo Messi y Javier Mascherano se incorporaron a la selección de Argentina, decenas de hinchas se reunieron a las puertas del centro de entrenamiento de 'la Albiceleste', en La Serena (noreste de Chile).En la práctica de Argentina, la segunda en suelo chileno antes del debut en la Copa América el día 13 ante Paraguay, vecinos de La Serena y algún hincha argentino se reunieron en la entrada de la Fábrica La Alpina, el centro de entrenamiento que escogió el combinado sudamericano situado próximo a La Serena.
Maximiliano, un chico chileno de 8 años, viste una camiseta de Messi.
El pequeño, que vino con su padre procedente de la vecina Coquimbo, sueña con un autógrafo del astro del Barcelona o, por lo menos, con verle en directo unos segundos a través de una de las ventanillas del autobús de la selección.
Juan Alderisi, un hincha argentino de Córdoba, ha viajado solo unas 15 horas de autobús solo para estar cerca de sus ídolos, en concreto de su admirado Ángel di María.
Alderisi, de 24 años, exhibe una franja de varios metros de longitud diseñada por él mismo y que reza uno de los gritos de guerra más conocidos de la hinchada argentina: "Solo entiende mi locura quien comparte mi pasión".
Junto al joven, otros dos chilenos le ayudan a desplegar la pancarta, uno de ellos, confeso fan de las estrellas de 'La Albiceleste'.
Por ellas, ha recorrido 15 kilómetros a pie, desde La Serena hasta el centro de entrenamiento, originalmente diseñado por una marca de muebles para el entretenimiento de sus empleados.
A pesar de la alta expectación de la hinchada y de los medios, la llegada del autobús supuso una enorme decepción.
El vehículo estaba con las lunas tapadas y apenas algún fotógrafo pudo vislumbrar a Éver Banega, medio del Sevilla.
La hinchada tendrá que aguardar al menos una hora y media, al término de la práctica, para tener una segunda oportunidad de ver a Messi, Di María, 'Kun' Agüero o Carlitos Tévez.