El estadio Monumental de Santiago se tiñó del amarillo colombiano en el encuentro que esta selección disputa en el Grupo C de la Copa América ante Brasil, equipo que luce el mismo color, pero que apenas contó con aficionados en el recinto del club Colo-Colo.El Monumental es el penúltimo estadio que estrena la Copa América y lo hizo en un encuentro en el que el desequilibrio en las gradas entre los seguidores de ambos equipos fue muy llamativo.
Desde lejos se confundía a la afición de uno y otro equipo, pero cuando se acercaban los seguidores, el noventa por ciento eran colombianos, muchos de ellos llegados en grupos de amigos o familiares.
Todos ellos rodeaban las inmediaciones del estadio desde muchas horas antes de la apertura oficial, fijada para las seis de la tarde.
A tres horas del inicio del encuentro, los colombianos estaban listos para ocupar sus posición con sus camisetas identificativas, pero también con gorros, banderas y bufandas. Muy poco después, todos estaban dentro.
Las camisetas alternativas, sobre todo las de color rojo, y alguna de color azul también se dejaban ver, aunque en menor medida.
Cuando se dio la bienvenida a los aficionados de los dos contendientes por la megafonía del campo, nada se escuchó cuando fue nombrada la selección de Brasil, pero una fuerte ovación se oyó cuando se dijo el nombre de Colombia.
Brasil no ha llegado a Copa acompañada por sus seguidores. De forma aislada se veía alguno, pero se necesitaba leer de cerca el nombre de país en la camiseta para identificarlos como brasileños, ya que muchos de ellos estaban rodeados por seguidores del rival.
Prueba de que los brasileños están casi solos en la competición es que el pasado domingo en Temuco tampoco estuvieron presentes sus seguidores en el estadio.
Entonces se vieron más peruanos que brasileños, aunque no con la desproporción del partido de hoy, en el que la selección de Colombia cuenta con un gran apoyo de sus suyos para no depender de la épica si quieren seguir en el torneo.