Más de dos semanas después de salir de forma anticipada de la Copa América de Chile por sanción, el delantero brasileño Neymar "se calzó" hoy las botas para ayudar a niños discapacitados a marcar el gol de sus vidas.Alba Santandreu
El campo de fútbol del Instituto Neymar Jr fue el escenario de la final del campeonato "Bota do Mundo", una cita apadrinada por el jugador del Barcelona y disputada por dieciséis niños de la Asociación de Asistencia de Niños Deficientes (AACD) que hoy vieron realizado el sueño de compartir balón con algunos de sus ídolos.
Rodeados de flashes, las pequeñas estrellas se subieron a los pies de jugadores brasileños, a los que quedaron amarrados durante más de dos horas gracias a unas botas de velcro que unía sus zapatos.
Emocionados, con la alegría visible en sus rostros, los pequeños realizaron una tanda de penaltis con la ayuda de los profesionales del fútbol, quienes hoy recibieron una auténtica lección de superación.
"Esto sirve para aprender a dar valor a las cosas. Salgo de aquí más motivado", dijo a Efe Felipe Anderson, futbolista del Lazio italiano y que participó en el acto benéfico liderado por la mayor estrella del fútbol brasileño.
La tarea de los jugadores, veteranos e infantiles no fue fácil pese a que en la portería estaba Getúlio, un arquero de 10 años, amante del fútbol y que tiene problemas de movilidad en la parte inferior de su cuerpo tras sufrir una parálisis cerebral.
El portero, quien durante el Mundial de 2014 acompañó a la selección alemana dentro del campo, se lanzó a por el balón sin titubear en todos los lanzamientos, aunque no sin antes hablar con las decenas de periodistas que buscaban una declaración del pequeño crack.
"Me siento realizado por conocer a Neymar. Traje un regalo para él, y si ve este vídeo, le mando un abrazo", dijo un dicharachero Getúlio Felipe Fernandes da Silva, quien se atrevió a improvisar en español la narración de un gol del Barcelona.
Como auténticos hinchas, los padres de los dieciséis niños animaron cada uno de los movimientos de sus pequeños futbolistas desde fuera del campo.
"No tiene precio ver a nuestros hijos felices, en brazos de jugadores", sostuvo Jursassi Silva, madre de un niño de seis años con parálisis cerebral.
El impulsor de "Bota do Mundo", Daniel Correa de Mattos, aseguró que el torneo sirve para que los niños puedan "soñar" y "superar las barreras".
"En Brasil todos los niños sueñan con ser jugadores y estos niños tienen que aprender a lidiar con esa frustración desde muy pequeños. Con este tipo de iniciativas aprenden que todos somos iguales", señaló.
Si la alegría de los niños era inmesurable al lado del exjugador del Paris Saint-Germain Nene y otras figuras del Santos, la satisfacción estalló cuando entró en el campo el ídolo Neymar, quien, acompañado de su hijo, se encargó de entregar los trofeos a los vencedores.
"Estoy feliz por este proyecto que está saliendo de mi instituto, por el cariño de estos niños que no tienen ninguna maldad. Creo que esto para mí es la mejor cosa del mundo y estar ayudando en un barrio en que fui criado es un honor", sostuvo el atacante del Barça.