El caso Luisinho se da por finiquitado en el Deportivo después de haber protagonizado la actualidad blanquiazul desde el 15 de agosto, cuando el jugador portugués se enfrentó con su compañero Alejandro Arribas en un entrenamiento.Carlos Alberto Fernández
Al asunto se le ha dado carpetazo este lunes, cuando Luis Carlos Correia, 'Luisinho', ha pedido perdón al vestuario, ha retomado la preparación con el grupo tras haber estado suspendido de empleo cuatro días y ha dado explicaciones en rueda de prensa.
"Soy uno más", dijo el portugués, que está a disposición de su entrenador, Víctor Sánchez del Amo, para la segunda jornada de la Liga BBVA, el próximo domingo ante el Valencia en Mestalla.
Se zanja así una historia con varios capítulos desde que el día 15, en un partido en el que se respiraba la tensión en cada acción, una falta del central Alejandro Arribas a Luis Alberto, que habían tenido un encontronazo previo, acabó con el central y Luisinho discutiendo.
Los dos juntaron sus cabezas, voló alguna mano sin consecuencias, el portugués retrocedió, y el madrileño, fuera de sí, tuvo que ser sostenido por varios compañeros y hasta por el técnico, que fue quien ayudó a conducirle al vestuario.
El entrenador programó una nueva sesión por la tarde para completar la de la mañana y Luisinho, tras hablar con Víctor, ya no estuvo con el grupo y ni siquiera llegó a pisar el césped, mientras que Arribas se entrenó con normalidad.
El lunes, Luisinho y su agente visitaron al presidente del Deportivo, Tino Fernández, en la sede del club, donde el dirigente dejó claro que el portugués no iba a salir del equipo y que por la tarde estaría en la ciudad deportiva, aunque dejaba en manos del entrenador si se ejercitaría con el grupo o en solitario.
Lusinho estuvo diez minutos con sus compañeros y después, al margen, acabó el trabajo antes que el resto y en rueda de prensa su técnico aseguró que lo suyo con Arribas no había sido un "rifirrafe", sino "algo mucho más importante".
Víctor anunció que ambos jugadores iban a recibir la misma sanción económica y aclaró que el cuerpo técnico había diseñado un plan específico de trabajo para el portugués.
El martes, el lateral completó una hora de la sesión en grupo, pero apartado del trabajo táctico y sin estar directamente a las órdenes de su entrenador.
Uno de los capitanes, Juan Domínguez respaldó la decisión del técnico de apartar parcialmente a Luisinho porque todas las medidas que toma el cuerpo técnico buscaban "el bien del equipo".
Ese mismo día, Luisinho remitió un comunicado a los medios de comunicación en el que admitía su error, se disculpaba y pedía que le dejasen trabajar con normalidad.
El miércoles, el lateral volvió a hacer trabajo táctico a las órdenes de su entrenador, aunque finalizó la sesión al margen del grupo, y unas horas después, el club anunciaba la apertura de los expedientes disciplinarios a él y a Arribas.
Para el central, sanción económica; para Luisinho, multa y, además, suspensión de empleo cuatro días, un castigo que compartía el vestuario.
El jueves, el capitán del equipo, Manuel Pablo García, leyó un comunicado en el que acusaba al luso de "faltas graves" con compañeros y técnicos, aunque, al mismo tiempo, le abrían las puertas del vestuario.
El sábado, Luisinho, pese a estar suspendido de empleo, vio el partido en del Deportivo ante la Real Sociedad en el palco de autoridades y bajó al vestuario a apoyar y saludar a sus compañeros.
Y este martes, en el regreso del equipo al trabajo tras dos días de descanso, el lateral pidió perdón a sus compañeros, completó el entrenamiento con normalidad y atendió a los periodistas para zanjar el conflicto.