El Atlético no endereza el rumbo
Afrontó el Atlético el segundo partido de la fase de grupos de la liga de campeones con el deseo de revertir el mal rumbo del último partido de la competición doméstica, que concluyó con la derrota en Villarreal (1-0) el pasado sábado, segunda en un inicio de curso desconocido en la etapa de Diego Pablo Simeone.
El Benfica de Lisboa, rival de turno, llegó a la capital de España como visitante de lujo, con elementos atractivos en sus filas, y compartiendo el liderato de grupo con los rojiblancos.
Se comprobó en la grada, repleta de seguidores, incluidos tres mil del conjunto portugués, que se encargaron de dar la nota tras los tantos de los suyos, con el lanzamiento de bengalas desde la zona superior del fondo norte, que incomprensiblemente pudieron ocultar para entrar con ellas en el recinto.
Sorprendente fue también la indumentaria empleada por el Atlético, totalmente de azul, para jugar en casa. Es verdad que la primera equipación coincide en parte con la encarnada titular del Benfica, pero éstos saltaron al césped con camisola blanca, por lo no había nada que impidiese a los madrileños lucir su habitual zamarra rojiblanca, esta campaña con el dorso totalmente de rojo, circunstancia que, probablemente, haya provocado el lío en ambos contendientes.
Comenzó bien el Atlético, que cubrió una primera media hora muy potable, y encandiló a las tribunas, especialmente el joven argentino Angel Correa, autor del primer tanto del combate y de acciones prodigiosas. Simeone, que busca insistentemente al colombiano Jackson Martínez, ha encontrado a Correa, que va para ídolo del Calderón.
Jackson lo intenta, pero no lo consigue. El delantero tiene todo el apoyo de técnico, compañeros e hinchada. Tuvo ocasiones claras de anotar ante el Benfica, pero no tuvo suerte. La afición le sigue esperando.
A quien ya no aguarda es a Nico Gaitán, objeto de deseo de Simeone durante el verano para sustituir al turco Arda Turan, traspasado al Barcelona. El extremo demostró el porqué. Es un puñal por la banda y anotó un golazo, el de la igualada a uno.
También participaron con los lisboetas los exrojiblancos Raúl Jiménez y Luis Afonso Fernández 'Pizzi', y con el Atlético los exbenfiquistas Jan Oblak y Tiago Mendes. Futbolistas de ida y vuelta que añadieron sal al envite. Al mexicano Jiménez no le hizo ni caso el 'Manzanares' durante el tiempo que estuvo en la hierba, pero le increpó cuando fue sustituido. A Oblak le afearon sus exseguidores su espantada de la capital portuguesa la pasada temporada.
Gonzalo Guedes derramó un jarro de agua helada sobre el Calderón al firmar el segundo tanto de su equipo al poco de comenzar el segundo acto. Guedes encendió aún más a los suyos, que no cesaron de animar desde su zona.
Se vio el Atlético con un marcador en contra de forma inesperada y se abalanzó a la portería de Julio César. Salió Luciano Vietto en el empeño y posteriormente Fernando Torres. El 'Niño' reemplazó a Correa, muy aplaudido.
Pudo empatar el equipo de Simeone en la segunda mitad, pero el paso de los minutos aumentó la angustia de un equipo que encadena la segunda derrota consecutiva (Villarreal y Benfica) y la tercera de un arranque de curso inédito para el 'Cholo', que asiste a su peor comienzo desde que es entrenador en Madrid.