El encarcelado expresidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) Manuel Burga solicitó que la fiscalía estadounidense especifique los hechos concretos por los que pidió su extradición al país norteamericano para ser investigado en el marco del escándalo de corrupción de la FIFA.El abogado de Burga, César Nakazaki, indicó este jueves a la emisora de radio peruana 'Ovación' que instaron al juez peruano que debe resolver la procedencia de la extradición que pida a la justicia estadounidense "cuáles son los hechos por los que piden la presencia de Burga".
Nakazaki afirmó que en el informe de la fiscalía estadounidense "aparecen otros dirigentes con algunos delitos y pruebas de los mismos, pero cuando se refieren a Burga no aparece nada".
El letrado indicó que en la primera semana de marzo se celebrará la audiencia para resolver la apelación presentada por Burga a la decisión del juez William Lugo, titular del séptimo juzgado penal de Lima, de derivar a la Corte Suprema de Justicia la evaluación del pedido de extradición, por encontrarse este de vacaciones.
"Si la demanda de extradición no señala los hechos, se devuelve y se espera 60 días para que manden las pruebas necesarias. Mientras se da esta situación, Burga podría quedar en libertad pero bajo ciertas restricciones", explicó Nakazaki.
Burga se encuentra desde inicios de diciembre encarcelado en la prisión de Piedras Gordas II, ubicada en el municipio de Ancón, en el norte de Lima, a la espera de que se resuelva el pedido de extradición.
El expresidente de la FPF fue incluido en diciembre entre los 16 nuevos altos cargos y exdirectivos de la FIFA acusados por la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, de corrupción y de "secuestrar" el fútbol para enriquecerse durante 24 años.
La investigación por sobornos que presuntamente alcanzarían los 200 millones de dólares incluye 92 cargos por delitos que van desde organización mafiosa y fraude masivo hasta blanqueo de dinero, y los acusados se enfrentan a un máximo de 20 años de prisión.
El expresidente de la Federación Peruana negó entonces haber recibido sobornos e insistió en que su nombre no aparece en ninguna de las transferencias de dinero incluidas en los documentos de la secretaría de Justicia de Estados Unidos.
Burga se desempeñó como presidente de la FPF entre 2002 y 2014, cuando declinó optar a un cuarto mandato consecutivo bajo sospechas de corrupción y en medio de acusaciones por presuntamente contravenir las normas de la Federación, que solo contemplaban dos reelecciones.
En el momento de su detención ejercía el cargo de coordinador general de proyectos de desarrollo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).