El ruso Dmitri Alénichev, técnico del Spartak Moscú, dimitió hoy de su cargo después de que el equipo ruso cayera en la fase previa de la Liga Europa ante el modesto equipo chipriota del AEK Larnaca."La directiva del club ha estudiado la dimisión y ha decidido aceptarla", informó el club en un comunicado.
Alénichev, que dirigía desde hace un año al equipo con más aficionados de este país, ya pidió anoche disculpas y asumió toda la responsabilidad por lo que tachó de "vergüenza".
El Spartak, quinto clasificado la pasada temporada en liga, empató hace una semana (1-1) en Chipre y tenía todas las papeletas para clasificarse para la siguiente ronda, pero fue incapaz de superar a su rival.
"¡Vergüenza rojiblanca!", titulaba hoy en portada el diario Sport Express.
El propio ministro de Deportes, Vitali Mutkó, a la sazón jefe de la Unión de Fútbol de Rusia, criticó a Alénichev por no buscar la victoria desde el primer minuto y arriesgarse a encajar un gol.
Precisamente, eso fue lo que ocurrió, ya que el equipo entrenado por el español Imanol Idiakez, que introdujo a siete españoles en el equipo inicial, marcó el gol de la victoria en el minuto 89 por medio del macedonio Iván Trichovski.
Alénichev, que triunfó como jugador en el Spartak, pero también militó en el Roma y el Oporto, con el que se alzó con la Liga de Campeones y con la UEFA, esperaba romper este año la sequía de 16 años sin ganar la liga.
Tenía un contrato por dos temporadas más la opción de otra más con el equipo financiado por la petrolera Lukoil y su asistente era otra leyenda del equipo moscovita, Egor Titov.
El Spartak, que cuenta desde el pasado año con un nuevo estadio, ha tenido numerosos técnicos extranjeros en los últimos quince años como el italiano Nevio Scala, el español Unai Emery, el danés Michael Laudrup o el suizo Murat Yakin.