Viento en popa y a toda vela. Así se puede catalogar la marcha del Atlético Malagueño esta temporada, líder destacado del Grupo IX de Tercera con 10 puntos de ventaja con respecto al Almería B y un partido menos (tiene que jugar todavía el encuentro aplazado contra El Palo). El filial malaguista tiene todas las papeletas para acabar la temporada regular como campeón, y parte de la culpa la tendrán los refuerzos invernales, que han caído de pie y han aportado desde el primer momento.
La dirección deportiva de la cantera, con Miguel Calzado a la cabeza, se movió con agilidad en enero y reforzó el plantel con cinco incorporaciones: el portero Guille Lara, el defensa Ian Soler y los atacantes Jack Harper, Sergio Galeano y Adrián Wójcik. De esos cinco refuerzos, tres están rindiendo a un gran nivel desde que llegaron y están siendo fijos para Ruano. Hablamos de Soler, Harper y Wójcik, que se han adaptado rápida y eficazmente al equipo y están aportando mucho al Malagueño, que quedó algo lastrado tras las lesiones de larga duración de Samu Casado o los delanteros Nané y Luismi.
El principal objetivo del filial es nutrir de activos al primer equipo, como ha sucedido este curso con Ontiveros, Luis Muñoz o En-Nesyri, que han jugado con el primer equipo y que entran habitualmente en los planes de Romero (también contaban para Juande). Sin embargo, el ansiado ascenso a Segunda B lleva tiempo resistiéndose y salir campeón permitiría conseguirlo superando una única eliminatoria a ida y vuelta, por lo que la ilusión crece en el equipo de Ruano conforme pasan las semanas y siguen en lo más alto de la tabla.