La Sampdoria se impuso por 1-2 este lunes en el campo del Inter en el duelo que cerraba la trigésima jornada de la Serie A (Primera División italiana) y acabó con el sueño de los milaneses de alcanzar una plaza en la próxima Liga de Campeones.
El Inter se había adelantado en la primera mitad gracias a un gol de Danilo D'Ambrosio, pero la Sampdoria disputó un partido de gran concentración y dio la vuelta al resultado gracias al checo Patrick Schick y a un penalti transformado en el 86 por Fabio Quagliarella. Así, los milaneses no aprovecharon el empate del Nápoles el domingo contra el Juventus, y se quedaron sextos, a nueve puntos de la tercera plaza de los napolitanos, que otorga la última plaza válida para acceder a la próxima Liga de Campeones.
Por su parte, la Sampdoria se lució por un juego de gran carácter y consiguió su segunda victoria del año en San Siro, ya que también había ganado 1-0 en su visita al Milan, gracias a un gol del colombiano Luis Muriel. El conjunto milanés controló más la posesión del balón y se fue al descanso por delante 1-0 merced a un gol en el minuto 35 de Danilo D'Ambrosio a pase del argentino Éver Banega, aunque fue el Sampdoria quien tuvo las mejores ocasiones.
En el 25, Quagliarella rozó el tanto de la ventaja con un derechazo que se estrelló contra el poste mientras que el portugués Bruno Fernandes estuvo a punto de igualar en el 45, con un remate que también impactó en la madera con el portero que ya estaba batido.
Sin embargo, los esfuerzos de la Sampdoria tuvieron premio a los cinco minutos de la reanudación, cuando el checo Patrick Schick empujó entre las mallas un cabezazo del argentino Matías Silvestre tras una acción originada en un saque de esquina.
Tras recibir el empate, el Inter trató de reaccionar, pero lo hizo con poco orden, lo que permitió a la Sampdoria seguir creando peligros en zona ofensiva.
En el 71, el argentino Mauro Icardi falló una gran ocasión rematando alto un centro de Antonio Candreva y el Inter terminó pagando ese error con el gol del 1-2.
El croata Marcelo Brozovic desvió con la mano un lanzamiento del argentino de la Sampdoria Ricky Álvarez, provocando un penalti; Fabio Quagliarella transformó con seguridad y celebró enfrente del fondo de San Siro el gol que determinaría la victoria de su equipo. A falta de ocho jornadas para el final, el Inter ve acabarse casi definitivamente sus opciones de alcanzar la tercera posición y se queda sexto, con 55 puntos, a tres de distancia del Atalanta, que es quinto.