El Real Betis ratificó con la goleada encajada el domingo ante el Alavés (1-4) la mediocre temporada que desarrolla, en la que ya no puede matemáticamente alcanzar la décima posición que obtuvo en la 2015-16.Antonio Gutiérrez
El equipo verdiblanco se planteó esa temporada (15-16) como de transición al ser la del regreso a la máxima categoría y entonces cumplió los objetivos al que dar décimo en la tabla con 45 puntos y un balance de 34 goles a favor y 52 en contra.
En este curso, sus dirigentes se marcaron dar un paso más en la progresión deportiva y se fijaron como objetivo mínimo volver a alcanzar esa décima posición y con aspiraciones de superarla.
El caminar bético desde el arranque del ejercicio nunca ha tenido una senda firme y de hecho ello provocó la destitución del entrenador que inicio la temporada, el uruguayo Gustavo Poyet, quien dejó el cargo tras las primeras once jornadas disputadas.
Su sustituto, Víctor Sánchez del Amo, no ha enderezado el rumbo, y, además de caer en la primera eliminatoria de la Copa del Rey ante el Deportivo de La Coruña, el equipo siempre ha estado en la parte baja de la tabla.
Solo el hecho de que tres rivales hayan destacado por lo negativo en LaLiga Santander, el Osasuna, Granada y Sporting, ha permitido al Betis vivir sin demasiados sobresaltos con la posibilidad del descenso.
De hecho fue hace dos jornadas cuando certificó matemáticamente que la permanencia estaba asegurada, pero nunca fue ese el objetivo planteado en esta segunda temporada en la máxima categoría.
Ahora, a fatal de tres jornadas para la conclusión del campeonato, el conjunto sevillano es decimoquinto en la clasificación con 37 puntos, once menos que su verdugo del domingo en el Villamarín, el Alavés, que ya suma 48 y es el décimo en la tabla.
Con nueve puntos en juego, el Betis sí puede aún superar los 45 que logró el pasado curso, pero para ello tendría que lograr un pleno de tres victorias seguidas, algo que no ha logrado en todo lo que va de campeonato.
El próximo lunes visitará al Leganés, que se juega el descenso; después recibirá al Atlético de Madrid, en la pelea por asegurar la tercera plaza en la clasificación; y acabará en Gijón ante el Sporting, que para entonces aún no se sabe si estará en plena lucha por la permanencia.
Independientemente de los resultados que se den en esos partidos, poco mejorará el balance de una temporada en la que están entre los menos goleadores (38) y los más goleados (57) y en la que solo ha ganado diez de los 35 partidos disputados.
Fue además doloroso para los aficionados verdiblancos comprobar que el rival que les goleó el domingo en el Villamarín es un recién ascendido que sacó un 'once' plagado de suplentes ante la formación presuntamente titular del Betis.
El Alavés, además de sacarle once puntos en la clasificación, el próximo 27 de mayo jugará la final de la Copa del Rey en el estadio Vicente Calderón ante el Barcelona, todo un ejemplo en el que fijarse.