Igualdad de oportunidades sin distinción abre Declaración Derechos Jugadores
La igualdad de oportunidades en la consecución de la carrera deportiva, sin distinción de ningún tipo y libre de discriminación, intimidación y violencia, encabeza la Declaración Universal de los Derechos del Jugador, elaborada por el sindicato internacional de futbolistas (FIFPro).Con el objetivo de "proteger a los jugadores de las actuales violaciones sistemáticas de los derechos humanos en el deporte mundial", el texto incluye ocho puntos que constituyen la primera "enumeración exhaustiva de derechos de los atletas para que las organizaciones deportivas internacionales cumplan con sus obligaciones de proteger, respetar y garantizarlos", según anunció FIFPro.
"Los reglamentos deportivos de todo el mundo imponen miles de páginas de onerosas obligaciones, pero ninguno de ellos expone claramente los derechos humanos de los atletas, reconocidos a nivel internacional. Estamos dejando claro que los derechos de los atletas no pueden seguir ignorándose", afirmó el director ejecutivo de FIFpro, Brendan Schwab, tras la publicación del documento.
El mismo arranca con la afirmación de que "todo jugador tiene derecho a la igualdad de oportunidades en la consecución de su carrera deportiva, sin distinción de ningún tipo y libre de discriminación, intimidación y violencia".
Los siguientes puntos afirman que todo jugador tiene derecho a la libre opinión y expresión y a una parte justa de la actividad económica y los beneficios que haya contribuido a generar en su deporte, amparado por condiciones laborales justas y un salario digno.
El derecho a la protección de su nombre, imagen y desempeño, de forma que éstos puedan "utilizarse de forma comercial únicamente con su consentimiento, otorgado de forma voluntaria", así como el derecho a una vida privada, a la privacidad y a la protección en relación con la recogida, almacenamiento y cesión de sus datos personales también aparecen recogidos en el documento.
El mismo se completa con el derecho del jugador a acceder a una compensación eficaz cuando sus derechos humanos no se respeten ni defiendan, aspecto "particularmente crucial, dada la naturaleza de la carrera deportiva, altamente especializada aunque precaria y de corta duración", y a que los atletas infantiles reciban protección de sus derechos.