Rusia rechazó este miércoles el posible boicot oficial del Mundial de fútbol por parte de los gobernantes de varios países occidentales, como el Reino Unido y Polonia, cuyos mandatarios ya han anunciado que no viajarán a este país durante el torneo."Considero que nuestros colegas y socios sólo se castigan a sí mismos. No tiene ningún sentido. Esperamos a todo el mundo. Si alguien no quiere venir, es asunto suyo", dijo Arkadi Dvorkovich, viceprimer ministro ruso y jefe del comité organizador, a la prensa local.
Dvórkovich, un gran aficionado al fútbol, se mostró convencido de que Rusia organizará "un magnífico Mundial, el mejor de todos".
"Como dicta la historia, los boicots no acaban en nada bueno. Todas las selecciones quieren jugar. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para que todos disfruten del Mundial", señaló.
Dvorkóvich salía así al paso de los rumores de que, además del Reino Unido, que anunció que la familia real británica no acudirá al torneo debido al caso del envenenamiento en territorio británico del espía doble Serguéi Skripal, otros países han sumado al boicot.
El presidente de Polonia, país que se clasificó para el Mundial, Andrzej Duda, ya adelantó que no acudirá al partido inaugural que enfrentará el 14 de junio en Moscú a Rusia y Arabia Saudí.
También se está planteando ignorar la invitación para viajar a Rusia el Gobierno de Islandia, cuya selección debutará en una Copa Mundial, por solidaridad con el Reino Unido.
Así también lo sugirió el ministerio de Exteriores de Suecia, cuya selección eliminó sorprendentemente a Italia en la repesca, al igual que Dinamarca.
Mientras, la canciller alemana, Angela Merkel, descartó la pasada semana que la Unión Europea vaya a tratar un posible boicot conjunto del Mundial.