Juan Luis Larrea, candidato a la presidencia de la Federación Española de Fútbol (RFEF), apuesta por el diálogo y la sintonía con otras instituciones como LaLiga Santander y el Consejo Superior de Deportes y por recuperar la normalidad "para que se hable de fútbol" en los dos años que faltan de legislatura.Con una "ilusión" que no ha perdido nunca, después de 30 años en la casa como directivo, tesorero y delegado de la selección, pero con "mucha responsabilidad, porque la Federación y algunas personas no se merecían lo que ha pasado" desde este verano, Larrea afronta las votaciones del día 9 con el aval de 70 asambleístas con los que espera superar al otro candidato, Luis Rubiales.
"Si tengo 23 avales me quedo en mi casa. No sigo aquí. Puede haber una media docena duplicados, pero es difícil que algunas personas se den la vuelta", dijo Larrea en una entrevista con la Agencia EFE al día siguiente de exponer su proyecto a los jugadores que votarán en la Asamblea en representación del sindicato que hasta el pasado noviembre presidió Rubiales, exjugador profesional.
El dirigente guipuzcoano, que asumió la presidencia de la RFEF en julio como miembro más veterano de la junta de la RFEF (1988) tras la detención de Ángel María Villar, dio "el paso adelante" invitado por "un grupo de estamentos del fútbol" una vez que Rubiales promovió una moción de censura que desembocó en estas elecciones.
"Me trabajaron los avales y me puse con la idea de acabar la legislatura. Estoy contento con lo que he hecho estos meses. Si sigo voy a pedir compromiso, lealtad y eficiencia. Esto no es un funcionariado. Es una empresa de 150 personas y tiene que normalizarse. Hemos traído 16 millones de ingresos y estábamos en siete", comentó.
Sobre el proceso electoral que culminará el lunes lamentó que Rubiales le ponga "palos en las ruedas" y que se cuestionen algunas actuaciones suyas, pero aseguró que si gana estará "tan feliz y si no le dará la mano y se pondrá a su disposición".
Larrea admitió que en su contra se utiliza que es "villarista y delfín de (Javier) Tebas (presidente de LaLiga Santander)", cuestiones que negó tajantemente.
"No soy villarista, soy amigo de Ángel. A los hechos me remito. he hablado dos veces con él. No sigo una directriz, trabajo a mi modo. Y Tebas tiene bastante con la Liga y su parcela. Seguro que no me solapa. Nosotros tenemos que tener sintonía con la Liga". Mi pretensión es que no sea Tebas quien esté en la junta directiva, sino una persona que ellos elijan", señaló.
Entre sus proyectos de futuro está contar con una directiva "más dinámica, más corta, más operativa, con dos o tres mujeres, no por obligación, sino por convicción". "No somos dudosos en el tema de la mujer", aseguró tras reiterar su deseo de unir a todos los sectores del fútbol porque no lo entiende como un escenario "para enemistarse con nadie".
"No habría mantenido nunca este enrocamiento con las instituciones. Por eso a veces está bien cambiar las personas", aseveró Larrea, quien abogó por analizar el futuro de las competiciones nacionales y mostró ilusión por el estado en el que la selección llegará al Mundial de Rusia.
El partido de clasificación contra Italia y los dos últimos amistosos, contra Alemania y Argentina, han encendido "la chispa" y devuelto "la ilusión" y "las expectativas", en su opinión, aunque llamó a calmar la euforia.
"El mundial es muy difícil. Veo gente que llega bien, gente con magia y oportunidad de destacar. El principal problema de Julen Lopetegui es que tiene es escoger a 23 jugadores", afirmó Larrea para quien fue "un acierto" y "no una improvisación" optar por el actual seleccionador para relevar a Vicente del Bosque.
El guipuzcoano valoró que se haya conseguido la elección de Bilbao como una de las sedes de la Eurocopa 2020, la final de la Liga de Campeones 2019 en el Wanda Metropolitano y la recuperación de una plaza en el Comité Ejecutivo de la UEFA.
Si gana las elecciones una de sus primeras apariciones como presidente será en la final de la Copa del Rey, Sevilla-Barcelona, el próximo día 21 en el estadio del Atlético de Madrid, partido que espera que no se politice como ha ocurrido en ocasiones precedentes y puede volver a ocurrir.
"Ya estamos con el (artículo) 155... Vamos a hablar de fútbol. Es una pena. El otro día en el partido de España hubo pitos a Piqué y afortunadamente el campo terminó aplaudiéndole. Eso es a lo que tenemos que llegar. Estamos hablando de un deporte. El fútbol nos gusta a todos. Los artistas son los jugadores que están ahí y tenemos que animarlos. En la final de Copa pasa lo mismo. Vamos a ver lo que se hace, pero que disfruten las dos aficiones", dijo.
Larrea (San Sebastián, 1953) añadió que "la historia de Cataluña" puede influir, pero precisó que él nunca ha querido "tocar el tema político", después de vivir de cerca la situación del País Vasco.
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