Durante la temporada futbolística suele ser habitual que los clubes que perciben que no se encaminan a la conquista de sus objetivos cambien de entrenadores para tratar de enderezar el rumbo. Incluso puede ser que una vez realizado este cambio, se vean obligados a realizar otro giro de timón en el banquillo apurando sus opciones. Es el caso del Extremadura y el Mérida, los dos únicos equipos extremeños que han conseguido jugar en la máxima categoría del fútbol español y que actualmente luchan por ascender a la Liga 123. Ambos equipos han sufrido cambios en sus banquillos, con un denominador común y a la vez muy particular.
El Extremadura, con una fuerte inversión en su proyecto futbolístico, afrontaba esta temporada con el objetivo de conseguir jugar los play off de ascenso. El conjunto azulgrana encargó la temporada a Juan Sabas, que la anterior temporada consiguió una salvación celebradísima para la entidad. Por desavenencias con la directiva, el Extremadura anunció el pasado 31 de julio la destitución del técnico y le encomendó el inicio de temporada a Agustín Izquierdo, técnico de la casa que fue despedido el 18 de octubre tras las primeras nueve jornadas dejando al equipo en la octava posición. Llega entonces al club Manolo Ruiz, que aguanta en el cargo hasta el 12 de febrero, fecha en la que era anunciado para el cargo Martín Vázquez, con escasa experiencia por los banquillos. El equipo era tercero tras 25 jornadas, pero el club decidió dar un giro de timón. El pasado lunes el exjugador madridista era destituido dejando al equipo en la quinta posición tras tres derrotas consecutivas... ¡y le entregaba los mandos del equipo a Juan Sabas! De este modo, con dos jornadas aún por disputarse, el técnico que comenzó la pretemporada con el club azulgrana será el que la terminé tras cuatro cambios de entrenador.
Todo lo que ha dado de sí la temporada para el equipo de Almendralejo podría ser entendible pero coincide de forma muy curiosa con lo que ha ocurrido con el Mérida esta misma campaña. El conjunto emeritense, con el objetivo también de pelear por el ascenso, le encargó la temporada al exfutbolista de Primera División Mehdi Nafti, que aguantó en el cargo hasta el 20 de diciembre dejando al equipo en la duodécima posición, lejos de puestos de play off, fecha en la que es anunciado para hacerse cargo del banquillo Loren Morón, padre del futbolista del Real Betis. Diez jornadas después dejó al equipo en la decimoquinta posición, muy cerca de los puestos de descenso,... ¡de nuevo a Mehdi Nafti!
Un peculiar baile de nombres en los banquillos extremeños para dejar finalmente en el cargo a los primeros que tuvieron la suerte de sentarse en los mismos.
El próximo 6 de mayo se vivirá un nuevo capítulo en esta particular historia, ya que Mérida y Extremadura, los primeros con el objetivo de salvarse y los segundos con el de asaltar puestos de play offs, se enfrentarán en el Municipal Romano.