Hugo Moyano, presidente del Independiente y el sindicalista más poderoso de Argentina, descartó este martes renunciar a su cargo y aseguró que la acusación de lavado de dinero que pesa sobre él, por la que fue registrada la sede del club, es una "denuncia falsa"."Dicen que lavamos dinero. Pero lo único que lavamos fueron los baños. Había una desidia total. Le faltaba una parte al estadio. Hoy tenemos un club equilibrado y normalizado", dijo el directivo en una rueda de prensa al ser consultado por los registros que sufrió el club por una investigación por presunto lavado de dinero.
Moyano negó una eventual renuncia y sostuvo que está "orgulloso" de su gestión en el Independiente.
"Pagamos totalmente las deudas que heredamos de dirigencias anteriores, incluida la del Banco Provincia. Demoró porque no fue fácil, hubo que abonar también intereses y honorarios de abogados", relató.
El sindicalista estuvo acompañado por el entrenador del equipo, Ariel Holan, su hermano y vocal del club, Pablo Moyano, y el vicepresidente segundo, Carlos Montaña.
Todos ellos respaldaron a Moyano y elogiaron su gestión.
"Me apriete (presione) quien me apriete voy a terminar mi mandato. A mí no me corren con denuncias falsas. Con la poca simpatía que nos tiene el presidente de la nación (Mauricio Macri), si hubiera algo ya estaríamos en cana (presos)", añadió.
El sindicalista, que sugirió que Macri está detrás de estas "denuncias falsas", también criticó la decisión del presidente de Argentina de iniciar negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.
"Lo que está pasando a nivel de política económica es lamentable y evidentemente no vemos capacidad de respuesta del Gobierno. Lo más lamentable es que el que más sufre es el sector más sensible de la sociedad, la gente que se queda sin trabajo y los jubilados. Esto genera mucha angustia y no vemos que el Gobierno tenga capacidad para resolverlo. Estamos en una situación difícil", concluyó.