El 7 de junio de 1962, el estadio Carlos Dittborn de Arica vio cómo una primeriza selección de Colombia se despedía del Mundial de Chile'62 tras caer goleada por 5-0 ante Yugoslavia, pero con la alegría de haberle sacado cuatro días antes un heroico 4-4 a la Unión Soviética de Lev Yashin.Tras la primera aventura en un Mundial, se quiso repetir, pero diversas circunstancias conspiraron para que pasaran 28 años antes de que el himno colombiano se entonara de nuevo en el máximo torneo futbolístico.
Pasaron seis eliminatorias en las que se vio cómo otras selecciones superaban a la colombiana, a veces con resultados humillantes, goleadas, y otras donde faltó el "centavo para el peso", como dicen coloquialmente los nacidos en tierras cafeteras.
Mientras no se clasificaba, la ilusión estaba plasmada en el Mundial que se iría a acoger en 1986, pero que la falta de voluntad y de recursos echaron por tierra.
El estadio El Campín de Bogotá vio a Diego Armando Maradona, pero en una eliminatoria hacia una Copa en la que México coronaría a ese dios de muchos fanáticos argentinos, y los colombianos la verían por televisión.
La Copa América de 1987 abrió otro panorama, en el que una nueva generación de jugadores, con talento de sobra, sin complejos y dirigidos por un revolucionario Francisco Maturana, comenzaría a allanar el camino hacia la cita mundialista de Italia'90.
Cuando el árbitro mexicano-paraguayo Edgardo Codesal señaló el final de las acciones en el segundo partido de la repesca intercontinental contra Israel en Tel Aviv el 30 de octubre de 1989 que terminó 0-0, se acabó la espera.
En el estadio Renato Dal'lara de Bolonia, un 9 de junio de 1990 y contra Emiratos Árabes Unidos, terminaron 28 años de ausencia, en un recuerdo que viene a la memoria hoy, a 28 días de la Copa Mundial Rusia 2018.